El poder del marketing. (Parte I)

Buenos días a todos, comenzamos temporada en el blog en este 2015 y hablando de algo que me encanta y que siempre he querido estudiar a fondo: el marketing.

Aunque hablo de marketing alimentario principalmente, me interesa el marketing en general para todo. Porque la verdad es que si dejamos la definición convencional de marketing como aquel: «conjunto de técnicas y estudios que tienen como objeto mejorar la comercialización de un producto», podríamos decir que el marketing va mucho más allá, ya que nos rodea en muchos aspectos de nuestra vida, y no solo en lo que a productos se refiere.

El marketing se encuentra en torno a las casas o barrios donde decidimos vivir, el partido político que apoyamos, la carrera que elegimos estudiar, e incluso yo diría que las personas con las que decidimos compartir nuestras vidas, pues ¿no es otra cosa que puro marketing la forma en la que nos presentamos al resto, para ser aceptados y establecer lazos, ya sean de amistad o amor? Yo creo que sí.

El marketing, por tanto, nos rodea en todos los aspectos de nuestra vida.

Hoy, como podéis suponer, me centraré en el marketing alimentario y algunas de las técnicas que se utilizan en él.

Para ello, primero quiero que veáis un vídeo de unos 7 min, en el que una persona que trabaja para la Industria Alimentaria, nos muestra algunas de las técnicas

que utilizan para manipularnos. Dicha persona hace mención a 3 técnicas principalmente, nombrando la última como la GRAN ARMA SECRETA de la INDUSTRIA ALIMENTARIA.

Mi intención, por tanto, será la de analizar en ésta y en las próximas entradas, cada una de las técnicas descritas en el vídeo.

Pasemos entonces, a analizar la primera de las técnicas que aparece:

1. «Todo el mundo cree lo que dice la etiqueta.»

No sólo eso, creemos lo que dice la etiqueta y además, malinterpretamos muchas veces la información que en ella viene. ¿Por qué? ¿Cómo ocurre ésto? Pues existen varios factores que llevan a esta situación, de los que yo destacaría dos:

1) La Industria Alimentaria (en este caso) nos induce a tales malinterpretaciones. ¿Cómo? Pues a través de mensajes que nos llevan a pensar que un alimento en cuestión posee unas determinadas propiedades o nos aportará unos determinados beneficios, cuando no es así. La legislación de alimentos, si fuese menos laxa, podría solucionar ésto en un «abrir y cerrar de ojos»… pero NO, la Industria manda.

Algunos ejemplos que encontramos de ello:

ACTIVIA: ¿Quieres hacer feliz a tu barriga?. ¿Que entendéis por hacer feliz a vuestra barriga? ¿Que mejora el tracto gastrointestinal, verdad? Pues lo siento, no hace nada semejante, y tu barriga será más feliz con una fruta que con estos yogures plagados de azúcar.
PULEVA: Mañanas lígeras… Sin Lactosa. ¿La lactosa es pesada acaso? Yo bebo leche entera con su correspondiente lactosa y mis mañanas son más ligeras que las de una pluma. Otra estúpida moda sin fundamento alguno. En el caso de que la leche te siente mal, lo mejor no es comprar leche sin lactosa directamente, sino acudir a un profesional titulado que te pueda asesorar, tal vez la lactosa sea el problema y tal vez no, pero si no tienes ningún tipo de problema, la leche sin Lactosa no es una ventaja frente a la convencional, que quede claro.
COCA-COLA: Destapa la felicidad… Si por felicidad entiendes Diabetes, Sobrepeso y Obesidad, este es tu «refresco», si de lo contrario prefieres destapar salud, bebe agua.

2) Existe demasiada información sobre alimentación y al consumidor le llegan miles de mensajes contradictorios y no fundamentados (la mayoría) que acaban por ser fuente, más que de información, de desinformación. Esto genera algunas creencias o ideas como que:

-ECO: BUENO

-SIN GRASAS TRANS: BUENO

-SIN COLESTEROL: BUENO

-SIN GLUTEN: BUENO

-SIN CONSERVANTES NI COLORANTES: BUENO

-NATURAL: BUENO

-SIN AZÚCARES AÑADIDOS: BUENO

-SIN CALORÍAS: BUENO

Y así una larga lista…

Con ello no quiero decir que estos mensajes no sean útiles ni verídicos, sino que en mi opinión, son engañosos y deben valorarse bajo un contexto de la situación de la persona y en el marco del alimento en cuestión hacia el que hagan referencia.

Para mostrar hasta donde pueden llegar estas ideas arraigadas en la población, hace unos meses unos cuantos twitteros (@HijodelasFrutas, @SimplementeJJ, @rdlfg, @mrbza, @ICHdyn y un servidor) decidimos crear el «agua definitiva». El resultado de todo aquello que comentamos por twitter sería más o menos éste (advierto que no soy bueno con ésto de los fotomontajes xDD):

"Agua para Dioses" -100% natural -0 calorías -Sin grasas TRANS -Sin OMG -Sin gluten -Apta para veganos -Equilibrada -Sin colesterol -Sin colorantes ni conservantes -Sin azúcares añadidos -ECO — «Agua para Dioses»
-100% natural
-0 calorías
-Sin grasas TRANS
-Sin OMG
-Sin gluten
-Apta para veganos
-Equilibrada
-Sin colesterol
-Sin colorantes ni conservantes
-Sin azúcares añadidos
-ECO

Descripción: Agua recogida del milagroso monte Fugi, capaz de producir una potente hidratación celular, además de modular procesos de osmolaridad en el cuerpo.

Es perfecta para todo tipo de personas y animales sin importar en las condiciones que se encuentren (enfermos, sanos, deportistas, sedentarios, niños, jóvenes, adultos, ancianos…).

Precio: ¿Acaso tiene precio la salud? Cómprela y nunca más se tendrá que preocupar por estar enfermo.

LETRA PEQUEÑA: Esta agua tiene las mismas propiedades que cualquier agua convencional. Siga una dieta sana, haga ejercicio y beba agua: Esa es la verdadera fórmula de la salud.

¿Qué pretendíamos mostrar con este ejemplo? Pues que la lógica a veces es superada por una simple etiqueta. Ningún agua tiene calorías, gluten, colesterol, es transgénica o no-apta para veganos, y si así fuera, no se trataría de agua, sino de otra cosa.

Como puede que algunos penséis que exageramos con el tema del agua, y que esto no pasa, leed este post sobre el agua y sus etiquetas por parte de @ScientiaJMLN y después me contáis 😉

Y esto es todo lo que quería mostraros por hoy, hasta aquí la I parte de esta trilogía sobre el marketing.

Como es habitual, para aquellos que estéis interesados en el tema, os dejo algunos enlaces más sobre etiquetado y marketing:

–¿Tan especiales son los runners que necesitan un pan aparte (y qué «pan»)?

-Etiquetado nutricional para el olvido: Café mágico, o cuando las partes suman más que el todo.

-Etiquetado nutricional para el olvido: Snack de gambas… pero sin gambas.

–Ni más ni menos: El pan tiene las mismas calorias que el pan

Todos ellos vía @juan_revenga.

–Cuando las etiquetas no dicen siempre la verdad

–El engaño de leche Pascual: Desnatada 0% y sin grasas saturadas.

-Y este otro del pan Thins Pan de 99 Kcal ¿Es mejor que el resto?

–El vacío legal de lo 100% natural

Todos ellos vía @Midietacojea.

Además, os animo a echarle un vistazo a esta página que descubrí hace unos días, en la cual aparece una campaña «Mentira Podrida» que tiene como objetivo indagar en la publicidad alimentaria y sus engaños. Algunos de los vídeos que han publicado con el fin de desenmascarar a la industria son bastante curiosos/graciosos, mirad:

PAN 100% NATURAL