Un estudiante de nutrición perdido en una #SanidadDesnutrida

¡Buenos días! Estamos a domingo 19, y hoy por fin me toca a mi seguir con la hazaña que empezaron mis compañeros/amigos/conocidos con el objetivo de hacernos oír (o leer en este caso).

Es por ello que antes de empezar a contaros mi historia, como esta iniciativa surge con la idea de llegar al máximo número de personas y de difundir el mensaje a lo grande, voy a dejaros todas y cada una de las entradas que se han escrito hasta la fecha con motivo de dar a conocer el mensaje que hoy nos concierne: #SanidadDesnutrida

¿Por qué?

Día 0 –  RubenDietetico por Ruben

Día 1 – Dime qué comes por Lucía y Vicky O. Coaching por Vicky

Día 2 – Tecnutrition por Pablo 

Día 3 – Entrenamiento/Nutrición/Salud por Luis 

Día 4 – Circus Day por CatyPol

Día 5 – Perdiendo Masa por Carlos y Not Another Fashion Blog por Rocío 

Día 6 – Ab-Origen por Juncà

Día 7 – Fit and Fab por Raquel

Día 8 – Mensaje en Facebook por ADINU Alicante

Día 9 – Educando en Nutrición por Irina y La opinión de Sara por Sara

Día 10 – Veganizando por Olga y El reflejo en la

Ventana por Martzel

Día 11 – Aficiones, Neuronas y Cía por Rosa 

Día 12 – NutriTeam por Bea

Día 13 – El nutricionista de la general por Juan

Día 14 – Nutrisfera por Daniel y Nutricionvive por Liliana

Día 15 – Asociación ACABAF por Sheila y Lentejas desvirtuadas por Teresa

Día 16 – Lentejitas con arroz por Agustina y Alimmenta por Laura

Día 17 – Mi madre no cocina por Anais y El otro lado del plato por Lara

Día 18 – La Magia Contidiana por Eva y Gluten free shop por María

Día 19 – Un servidor

Y ahora sí, sin más preámbulos, toca daros mi punto de vista sobre el tema.

Para empezar, me gustaría que conocieseis un poco de «mi historia con la nutrición», ya que ésta os hará entender mi punto de vista y mi opinión como dietista-nutricionista. Finalmente os compartiré unas breves reflexiones, también propias. Empecemos…

Para los que no me conozcáis, mi nombre es Alejandro (Alex, por favor) y soy Graduado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Alicante desde hace un año.

Actualmente adoro la nutrición entre otras cosas y mi formación es continuada a través de diversos medios. El principal: Leyendo. Pero no solo leyendo, leyendo y siendo crítico con lo que leo, de quien lo leo y de dónde lo leo. Y dudando, dudando mucho, casi siempre y casi de todo.

No me considero un sabio, pero sí una persona que busca saber.

Pero además de aprender (no solo de nutrición, de todo), me gusta comer comida y el deporte.

¿Comer comida?¿Qué si no…?

Pues sí, comer comida. Si lo digo es porque hasta hace no mucho (5-6 años) mi alimentación dejaba muuuuuucho que desear. Y no hablo de cantidad, que también, sino de calidad. Para que os hagáis una idea, no comía ni fruta, ni verdura, ni frutos secos (con lo que engordan… calla, calla!), en resumen, lo que venía diciendo, no comía comida.

¿Y que comía?

Pues mi alimentación era la típica de muchos chavales de mi edad en la actualidad. Dieta occidental aliñada con azúcar extra virgen.

Resultado de buscar en Google: «Dieta occidental.»

Por ejemplo, mi merienda favorita eran los bocatas/sandwiches de Nocilla y/o embutidos, que luego compensaba con unas natillas de vainilla, de esas que vendía Ronaldinho (¿repetimos?) y ahora, el bueno de Marc.

Como bebida predilecta en cada comida destacaba mi querida Coca-Cola (¡Viva la felicidad destapada!).

Mi desayuno favorito, era un vaso de Cola-Cao con mi paquete (sí paquete, ENTERO) de galletas María o Tosta-rica (¿El desayuno de los atletas?), dependiendo la semana. Por aquel entonces, ya se comentaba lo de «la dieta variada» con un poco de todo, por eso no me gustaba repetir tipo de galletas, y a veces, un poco en plan locura, me ponía Nesquik en la leche en lugar de Cola-Cao.

¿Y que cambió?

Bueno, cambiaron muchas cosas, pero la principal es que decidí a qué me iba a dedicar el resto de mi vida y esa elección me llevo a cambiar muchas cosas, entre ellas, mi alimentación.

¿Cambié mi alimentación entonces, a raíz de entrar en Nutrición?

Pues sí, es más, soy de los que piensa que «el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión.», por lo que si iba a decirle a la gente lo qué debería de comer, que más que empezar por comerlo yo ¿no?.

A día de hoy, estoy convencido que aquella elección fue la mejor que pude haber tomado, tanto para mi futuro profesional (aunque no siempre me lo pareció), como para mi salud.

Fue entonces cuando comenzó mi aventura en el Grado de Nutrición Humana y Dietética.

Mi experiencia en cuanto a formación en el grado me daría para otra entrada que titularía #EducaciónDesnutrida, pero no es el tema que hoy nos interesa. Ya hablaré de ello más en adelante. Vayamos al quid de la cuestión.

Corría el año 2013 cuando un joven yo (hace 2 años, pero han cambiado muchas cosas, creedme), ya en 3º de carrera, esperaba con ansia su primer contacto con el mundo laboral como Dietista-Nutricionista: Las prácticas en Hospital y Centro de Salud.

¿Juego de tronos?

Cuando por fin llegó el gran día, me dirigí al Hospital General de Elche con mi bata blanca y una sonrisa de oreja a oreja, que nada tenían que ver con lo que se avecinaba. Estando allí, llegó el momento de la presentación y de dar la bienvenida a todos aquellos alumnos que iban a realizar prácticas en el Hospital, ya fuese Médicos, Enfermeros o cualquier otra disciplina y…

¡ZAS!… No se hizo ni una sola mención a los Dietistas-Nutricionistas, o en su defecto, estudiantes de Nutrición. Nunca olvidaré la cara con la que nos quedamos tanto yo, como otros compañeros de clase, cuando oímos a la Decana de nuestra facultad (que por aquel entonces se llamaba, Escuela de Enfermería, no Facultad de Ciencias de la Salud, como ahora) nombrar a todos y cada uno de los profesionales que iban a realizar prácticas y olvidarse de, como no, el gran olvidado, los Dietistas-Nutricionistas.

Tras finalizar el acto, lógicamente, nos dirigimos unos cuantos a recordarle que los estudiantes de Nutrición también íbamos a hacer prácticas en ese hospital, que no hubiese estado de más que nos nombrase. Aquella nos dijo lo propio, y aunque un despiste lo tiene cualquiera, a mí me sentó como una patada en el estomago, sinceramente.

Pero ésto fue solo el principio, sigamos…

Durante las prácticas el recorrido que yo tenía asignado era el siguiente: Planta de Obstetricia, Planta de Pediatría, Consulta de Pediatría, Planta de Neurología y finalmente 2 semanas en el Centro de Salud de San Fermín. ¡AH! Y un día en cocina del hospital, imprescindible para ver la materia prima. 😉

Obstetricia, por lo tanto, fue la primera toma de contacto que tuve y de nuevo me llevé un ¡ZAS! en toda la boca.

¿Por qué los Enfermeros y Auxiliares tienen tutor y nosotros NO? 

Nos preguntábamos todos. No estamos, por lo que “apañárselas como podáis”. Ese fue el mensaje que se me quedó…

El resto del personal tenía suficiente con lo suyo y no estaba para guiar a nadie, y menos, a unos estudiantes de una carrera cuyo propósito era “hacer dietas”. “Si las dietas ya vienen hechas en el programa”, “Vuestro trabajo ya lo hacemos nosotros, que no es tan complicado hacer una dieta.”, “Yo no he estudiado nutrición, pero sé que los HC tienen que estar en un 55% las proteínas en un 15% y las grasas en un 30%”.

Hace 2 años de esto y todavía lo recuerdo como si fuese ayer. En el ambiente se mascaba tensión, nadie comprendía que hacíamos allí, y nosotros no comprendíamos que podíamos aportar si nuestro papel estaba ya cubierto (o eso nos decían). Y todo ello en un ambiente hostil en la mayoría de los casos.

Llegaban quejas, muchas quejas. En la mayoría de las reuniones que teníamos se podían escuchar cosas como: “Es que nos miran por encima del hombro…”, “Me ha dicho una enfermera que ni se me ocurra molestar a sus pacientes…”, “He entrado a ver a un paciente a una habitación y me han echado la bronca…”, “Esté el tiempo que esté, lo único que veo es como el resto me miran mal…”, «Yo no sé que pintamos en el hospital, si nadie nos quiere allí…» y así un largo etc.

Nutri haters…

Yo mismo noté esas miradas de superioridad y oí esas palabras de desprecio…

… Pero no todo fue negativo ! (ahora cambio a lo positivo 😛 )

Me hice amigo de varios enfermeros, a los que tengo mucho aprecio actualmente, y hubo dos sitios donde la experiencia fue muy buena.

Por un lado, cuando estuve en Consulta de Pediatría:

Durante las consultas venían niños, principalmente, con problemas de sobrepeso o de diabetes, ya sea tipo I o II (sí, vi a niños con diabetes tipo II ¿esa no era la de adultos?).

Me gustó mucho la experiencia, y fue la primera vez que vi algo que no me cuadraba en todo esto de la nutrición que me habían enseñado.

¿Qué vi?

Pues fue la primera vez que vi un tratamiento dietético que iba en contra de lo «yo sabía«. El caso, es que yo pasaba consulta con una enfermera, y esta a su vez hacía caso a lo que le decía el endocrino. Dicho endocrino tenía la teoría (o no tan teoría, tal vez había estado leyendo Pubmed¿?…) de que el problema del sobrepeso se podía solventar mejor con una dieta baja en calorías, pero principalmente calorías provenientes de los HC (manteniendo frutas y verduras, casi como los únicos aportadores). Aquella fue la primera vez que vi una Low Carb (de esas que nos enseñan que son tan malas)… y oye! FUNCIONABA!. Sí, sí, los niños a los que les quitaba el pan blanco, los maravillosos cereales del desayuno, los zumos envasados…perdían peso.

Todo ello me ayudó a ser un poco más escéptico, y ver de primera mano, que la teoría está muy bien, pero la práctica es lo que te marca el camino en realidad. Y todavía más importante, no todo es x-y-z, hay muuuuuuuucho más, y en nutrición, MUCHÍSIMO MÁS.

Vayamos a la otra gran experiencia, mis prácticas en el Centro de Salud.

La verdad es que el primer día que llegué, no tenía las expectativas muy altas, visto lo visto en el hospital… Pero enseguida eso cambió. Me pusieron con una médica que se llamaba Victoria (¿Casualidad?) y que me dijo nada más sentarme a su lado:

-“Mira, como lo suyo es que aproveches estas prácticas y que veas algo de cómo podría ser tu futuro trabajo, cuando llegue alguien con algún problema que pueda tratarse con alimentación, le vamos a dar cita y la semana que viene te dejo el despacho y pasas consulta, ¿te parece?”

En ese momento lo único que pude hacer es sonreír de oreja a oreja y asentir mientras decía:

-“Sí, sí, sí, me parece perfecto!”

Gracias a aquella oportunidad, estuve pasando consulta y dando un poco de educación nutricional, sintiendo por primera vez en todo aquel recorrido, que realmente somos necesarios.

Eso fue toda mi experiencia como estudiante de Nutrición en la Sanidad Pública, como podéis ver con luces y sombras.

Finalmente y antes de despedirme, para los que habéis llegado hasta aquí (valientes 😉 ), me gustaría dejaros unas últimas reflexiones al respecto, de lo que pude ver entonces y de lo que a día de hoy pienso al respecto:

-La primera: En alimentación nunca hay (ni habrá) una solución para todos por igual, todo depende del quien, del cómo y del cuándo, y siempre bajo unas circunstancias y un contexto de fondo. Fuera porcentajes, centrémonos en las personas que tenemos delante y dentro de las personas, en los alimentos que se consumen, cómo se consumen y cuando. Nada más.

-La segunda: Intenta disfrutar de las cosas buenas y aprender de las malas. En mi primera experiencia como DN en la Sanidad pude disfrutar en una consulta mientras enseñaba a una persona qué debería priorizar y de qué se debería apartar si quiere mejorar sus hábitos alimentarios. Pude oír sus inquietudes, responder sus preguntas y tener en cuenta sus sugerencias. Disfruté de lo que hacía y de cómo lo hacía. Pero también aprendí. Aprendí que no somos bien recibidos por todos, que no todos quieren que estemos ahí, y que no siempre lo que te enseñan en la universidad y lo que aprendes en los libros, vale cuando te vas a la realidad. Como decía antes, la teoría está muy bien saberla, pero la práctica te marcará por dónde ir. Y el camino que escojas, estará lleno de obstáculos, pero de ti depende detenerte o buscar la forma de solventarlos. Porque amigos DN y Técnicos…

–¡SOMOS NECESARIOS! Y aunque el camino del DN o del Técnico esté lleno de complicaciones, aunque llevemos ya unos años luchando contra viento y marea, y aunque nuestro camino esté repleto de obstáculos (¿o intereses? no sé yo, eee… 😉 ) tenemos que seguir remando. Remando juntos, tanto DN como Técnicos, que no me olvido de vosotros ni mucho menos. Porque la alimentación saludable, junto al ejercicio físico, deben ser la base de la salud de todas las personas del mundo. Porque deberían haber DN y Técnicos en cada planta de cada Hospital. Porque somos el único país de la Unión Europea que no cuenta con profesionales de la Nutrición dentro de su sistema de Salud Pública… y por muchas cosas más. 

¡#SanidadDesnutrida nos afecta a todos!

 

Te espero el Domingo 10/05/2015 a las 12:00 frente MSSSI (Paseo del prado, 18).

¡Juntos somos más!

Y a vosotros, compañeros, amigos, familia, os dejo unas palabras del gran Winston Churchill que a mi me motivaron en su momento y que espero os motiven a vosotros también, a seguir con esta lucha:

“Estoy convencido de que en este día somos dueños de nuestro destino, que la tarea que se nos ha impuesto no es superior a nuestras fuerzas; que sus acometidas no están por encima de lo que soy capaz de soportar. Mientras tengamos fe en nuestra causa y una indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará en nuestro alcance.”

¡Nos vemos pronto!

Atentamente

 

[Álex Oncina, Dietista-Nutricionista]